CARTA ABIERTA A LA COMUNIDAD DE UNA MAMÁ CON UN HIJO ELECTRODEPENDIENTE:
Hola a todxs mis congéneres. A través de esta carta quisiera hacer un humilde aporte para intentar contribuir al bienestar de todxs.
En principio deseo comentar lo que es la electrodependencia. Este concepto es una condición de ciertas personas que, por problemas de salud, deben permanecer conectadxs gran parte o prácticamente todo el día a ciertos equipos médicos que funcionan con electricidad. Su salud y condición de vida, depende del correcto funcionamiento de estos equipos.
Los/as niños/as, jóvenes y adultos en condición de electrodependientes (ED), en muchos casos deben ser asistidos con el servicio de internación domiciliaria, muchos/as no deambulan, no controlan esfínteres, utilizan ventilación no invasiva (VNI); oxígeno terapia, bomba de alimentación, aspiradores, auxiliares de tos, descansan en camas ortopédicas y colchones antiescaras (porque muchos permanecen varias horas acostados/as, otros/as se encuentran las 24 horas en esa posición), otros están traqueostomizados, con gastrostomías, monitoreados en sus signos vitales en forma constante y/o permanente.
Viven encerrados en sus hogares, sus salidas se reducen a efectuarse estudios clínicos, o para internaciones en efectores de salud. Sus traslados no son paseos, siempre se realizan con ambulancias. Muchxs no pueden disfrutar del aire libre, no deambulan libremente, se ven impedidos de satisfacer muchas de sus necesidades, su CALIDAD DE VIDA, ESTÁ SERIAMENTE AFECTADA. Esta situación que describe nuestro diario vivir nos obliga a permanecer aislados con nuestrxs familiares, días, semanas, meses, y hasta años. Les cuento en primera persona, que ningún cuidador/familiar ha muerto por atravesar esta circunstancia y que es posible sobrellevar esta situación de confinamiento con empatía, amor, y optimismo. Nosotrxs NO somos superhéroes, vos también podés hacerlo…
Nosotrxs convivimos con el “miedo a la muerte” todos los días de nuestra vida, pero aprendimos a no potenciarlo con elucubraciones y pensamientos negativos y catastróficos. De ser así, este comportamiento nos facilitaría entrar en pánico, y seguramente actuaríamos con respuestas desadaptativas de negación y paralización, nada positivas para cuidar a nuestrxs cachorros.
El contexto actual, nos obligó a “salir de la vorágine del día a día”, a detenernos, para ir más despacio, para “mirar y cuidar al otro”. Esto se puede pensar desde otro lugar, tal vez, como un tiempo inusitado para conectarnos con nosotrxs y lxs nuestros. Todxs sabemos que el paisaje se disfruta más, si vamos a menor velocidad…Por eso les pido que aprovechen este “impasse”en su historia, que relajen, desdramaticen, que se permitan expandir su creatividad, (los que saben dicen que el ocio la favorece), y re-descubrir aptitudes y habilidades.
Resignificar este “aquí y ahora” que nos toca vivir, transformar las protestas por propuestas, re-estructurar positivamente nuestro pensamiento nos aportará recursos para afrontar esta difícil situación.
Observemos lo que nos enseña la naturaleza, pensemos/sintamos que todxs pertenecemos a una única y gran manada. Aprendamos de los animales que instintivamente saben elegir los mecanismos de defensa más apropiados para cada circunstancia hostil y proteger a sus crías. Elijamos como respuesta “luchar”, con las medidas de higiene y aislamiento para poder derrotar a este “depredador invisible” que nos acecha…
Recordemos que el hombre pudo evolucionar como especie, y sortear la adversidad extrema de la sabana gracias al desarrollo de los lazos solidarios y de cooperación.
POR FAVOR, GUARDATE Y CUIDATE.
Gracias por regalarme su tiempo en esta lectura. Rosana Balsamello- (Fundación Emperador)
