CONDICIÓN ACTUAL: se entrega este proyecto a un senador provincial, en septiembre del 2022, para su evaluación y posterior presentación en la Cámara Legislativa de la provincia de Santa Fe.
FINANCIAMIENTO: Se solicitará al gobierno provincial y fábricas privadas de electrodomésticos.
PRESUPUESTO: No cuantificado
OBJETIVO GENERAL:
Mejorar las condiciones de confort habitacionales de nuestra población destinataria, para garantizar una mejor calidad de vida.
Las personas hipervulnerables en cuestiones de salud, y de bajos recursos, sufren gravemente estrés en el organismo por las temperaturas extremas, ya que sus hogares no tienen equipamientos idóneos para acondicionar los ambientes, generando un perjuicio para su salud.
Nuestro grupo de beneficiarios directos son;
La Fundación Emperador, cuyo objetivo estatutario es propender a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad, y especialmente aquellas en condición de electrodependientes, y constituyéndonos como garantes y veedores del cumplimiento de sus derechos inalienables expone lo siguiente:
En nuestra provincia, la Ley 13.811, denomina “electrodependientes por cuestiones de salud a aquellas personas que requieran de un suministro eléctrico constante y en niveles de tensión adecuados para poder alimentar el equipamiento médico prescrito por un médico matriculado y que resulte necesario para evitar riesgos en su vida o su salud.”
La dependencia funcional, se define como un estado en el cual el sujeto se ve obligado a confiar en la asistencia de otros para lograr cubrir sus necesidades.
Las personas servicio-dependientes (SEDE), se encuentran internados en sus domicilios, muchos de ellos sin poder salir. En su gran mayoría en una gravedad situacional y habitacional en las que se encuentran muchas familias electrodependientes.
La indefensión marcada por las vulnerabilidades acumuladas, en sus múltiples dimensiones; ( patologías crónicas, enfermedades evolutivas y no evolutivas, condiciones insalubres de hábitat, condiciones inadecuadas de las estructuras edilicias, desamparo familiar, aislamiento social, pobreza, hacinamiento, inseguridad, contaminación ambiental, subempleo y desempleo de sus cuidadores, (muchos/as padres y madres no tiene servicio de enfermería, ni de asistentes domiciliarios, ni acompañantes terapéuticos, viéndose imposibilitados de buscar trabajo y aumentar sus ingresos.) , nos motivan para acercarles este pedido.
Los cambios de temperatura en sí no provocan enfermedades víricas o bacterianas, sino que debilitan a nuestro organismo al padecerlas produciendo daños físicos.
En mamíferos, el control de la temperatura corporal es vital. El estado de consciencia y control motor en humanos, ocurren a una temperatura de 37°C y las desviaciones pueden alterar las propiedades celulares, generando disfunciones fisiológicas.
Las bajas temperaturas dentro de los hogares, implica que estas personas que se encuentran internadas en sus domicilios, respiren continuamente el frio en sus habitaciones y consecuentemente generen enfermedades respiratorias y cardiovasculares, rompiendo la homeostasis de su estado de salud, y aumentando los riesgos a tener que ser derivados a efectores de salud para restablecer su equilibrio fisiológico.
Con respecto a las altas temperaturas, cuando superan los 30° en el interior de las viviendas, nuestros familiares con internación domiciliaria, o con nula movilidad, no tienen forma de escaparse o huir del calor. Las duchas de agua fría, la híper hidratación, los paños fríos, resultan siempre insuficientes para morigerar el impacto del calor en el cuerpo.
Esto se agrava, ya que muchas de las personas con ECNE, (encefalopatía crónica no evolutiva) tienen afectado su sistema de termoregulación, convirtiéndose en sujetos más vulnerables a las temperaturas extremas y a padecer sofocos.
La termorregulación es la capacidad del cuerpo para establecer y mantener su temperatura, regulando producción y pérdida de calor para optimizar la eficiencia de procesos metabólicos. El protagonismo lo tiene el sistema nervioso central y su control es neurohormonal en múltiples niveles.
La termorregulación es liderada por el hipotálamo, quien regula aumento y disminución de la temperatura respondiendo a las necesidades del organismo para llegar a la homeostasis y compensación, enfrentando las alteraciones de la temperatura ambiental.
Los sofocos son episodios, generalmente de inicio brusco, de enrojecimiento de la parte superior del cuerpo (cara, cuello y parte superior del tórax) asociados con sensación de calor y sudoración. Ocasionalmente se acompañan de picor, lagrimeo, salivación, hinchazón de cara y/o diarrea. Pueden ser breves o prolongados en el tiempo.
Además durante un sofoco, es posible tener lo siguiente:
¿Por qué las personas con afecciones crónicas y adultos mayores son más vulnerables a las temperaturas extremas?
Los “golpes de calor”, no pueden ser evitados con ventiladores comunes, estos aparatos, lo único que logran es mover la masa de aire caliente de un lado hacia otro, sin refrescar el ambiente. Necesitamos entonces, tener equipos de aire acondicionado, para disminuir eficazmente la temperatura en las habitaciones de nuestros familiares padecientes.
Sabemos que la concientización social sobre nuestras necesidades posibilitará una valoración más pertinente y oportuna de nuestras demandas.
Carecer de un ambiente adecuado y templado, resulta completamente nocivo, perjudicial y atenta contra el delicado estado de salud del paciente, constituyendo un factor que va en detrimento grave contra la calidad de vida de las personas hipervulnerables.
De acuerdo a lo anteriormente expuesto, y frente a la premura de la dramática contextualización descripta; y considerando que esta situación de carencia reviste un alto riesgo de vida a nuestros familiares crónicos, les solicitamos puedan considerar la gravedad de la situacional de esta familias.
He aquí nuestra preocupación, y la presentación de este proyecto, para la consideración y resolución de esta problemática.
Autores del proyecto: Ps. Rosana Balsamello y Fabián Fiori
“Cierro los ojos y revivo el mismo pensamiento que inundaba mi cabeza cada vez que una autoridad o funcionario me preguntaba “dígame… ¿Qué necesita su hijo?”. En ese instante llegaba la respuesta. Lo que mi hijo necesita también lo necesitan los hijos de muchos otros. Hoy esa idea se convirtió en la matriz sagrada, en la estructura para comenzar (y terminar) todas las acciones que emprendemos. Pensando colectivamente y sumando voluntades, multiplicamos los resultados y hacemos del trabajo grupal un verdadero placer”.
“Sentí que tenía que hacer algo, que no me podía quedar de brazos cruzados, que había que estar a la altura de las circunstancias. En contextos de hostilidad el hombre en la evolución sobrevivió gracias a la capacidad de desarrollar lazos cooperativos y solidarios. Si estamos juntos en la dificultad, tenemos más posibilidades de obtener lo que necesitamos, de sentirnos acompañados en el camino y de fortalecer los lazos empáticos que favorecen el devenir de una sociedad más justa e integrada”.